Por Mª Luisa Martín tejera
UN LEGADO CON SIGLOS DE HISTORIA QUE PISA SUELO EUROPEO
El nombre de Xi Jiu resuena con fuerza entre los conocedores de los grandes destilados chinos. Nacido en el condado de Xishui, en la provincia de Guizhou, este licor ha sabido tejer su historia a lo largo de los siglos hasta convertirse en uno de los emblemas del baijiu de alta gama. Su llegada a Valencia no es un simple desembarco comercial, sino el inicio de una ambiciosa estrategia para conquistar el mercado europeo, donde el paladar exigente busca cada vez más experiencias únicas y sofisticadas.
Xi Jiu no es un recién llegado al mundo de los destilados premium. Desde su fundación en 1952, ha sido testigo de su propio ascenso, su integración con Moutai y su renacimiento como una marca independiente que en 2023 alcanzó unas ventas anuales superiores a los 2600 millones de euros. Ahora, con un producto que combina la maestría artesanal con un posicionamiento de prestigio, Xi Jiu apuesta por Europa con la intención de convertirse en un referente entre los destilados más exclusivos.
LA ESENCIA DE XI JIU: UN DESTILADO QUE TRASCIENDE EL TIEMPO
A diferencia de otras bebidas espirituosas, Xi Jiu no es simplemente un baijiu más. Su carácter se forja en un proceso de fermentación en pozos de piedra centenarios, donde el tiempo y las levaduras autóctonas trabajan en perfecta sintonía para desarrollar una complejidad aromática que desafía cualquier comparación. Su perfil, rico en notas umami, matices tostados y un inconfundible toque mineral, es el resultado de décadas de perfeccionamiento.
Pero lo que realmente distingue a Xi Jiu es su capacidad para evolucionar en copa, desplegando capas de profundidad a medida que se oxigena. No es un licor que se consuma de forma apresurada; es una experiencia sensorial que exige ser comprendida y apreciada, algo que los paladares europeos están más que preparados para explorar.
VALENCIA, PUERTA DE ENTRADA AL MERCADO EUROPEO
El desembarco de Xi Jiu en Valencia no es casualidad. La ciudad se ha consolidado como un epicentro gastronómico de primer nivel, donde la alta cocina y los productos exclusivos encuentran un público ávido de innovación y calidad. Desde restaurantes con estrella Michelin hasta bares de autor, el panorama valenciano ofrece el escenario perfecto para que Xi Jiu despliegue su potencial.
Además, España es uno de los países con mayor cultura en destilados premium, con consumidores que valoran la autenticidad y la historia detrás de cada botella. Xi Jiu llega en el momento justo, cuando el interés por los grandes destilados asiáticos está en pleno auge y la exclusividad se convierte en un factor determinante en la elección de un producto.
UNA ESTRATEGIA CLARA: EXCLUSIVIDAD, PRESTIGIO Y UN MERCADO POR CONQUISTAR
Xi Jiu no pretende ser una bebida de consumo masivo en Europa, sino una referencia en el segmento de los destilados de lujo. Su posicionamiento apunta a un público que busca rareza, historia y excelencia en cada sorbo. Con una marca que ya ha demostrado su poderío en China, la estrategia en Europa se centrará en colaboraciones con chefs de prestigio, catas exclusivas y la presencia en eventos de alto nivel.
La pregunta no es si Xi Jiu tendrá éxito en Europa, sino cómo redefinirá la percepción del baijiu en el mercado occidental. Con un linaje que se remonta a generaciones de maestros destiladores, un producto que desafía las expectativas y un plan de expansión cuidadosamente diseñado, Xi Jiu no solo llega a Valencia: inicia una nueva era en la historia de los grandes destilados del mundo.
EL ARTE OCULTO EN CADA GOTA: CÓMO SE ELABORA XI JIU
En el mundo de los grandes destilados, el tiempo suele jugar un papel secundario en la destilación y cobra protagonismo en el envejecimiento. El whisky y el brandy pueden completar su destilación en apenas semanas y luego confiar en el roble para definir su carácter. Xi Jiu, en cambio, sigue un camino radicalmente distinto: su destilación no se mide en días, sino en un ciclo anual en el que cada etapa está meticulosamente sincronizada con las estaciones. Esta diferencia no es un detalle menor, sino el eje sobre el que se sostiene su complejidad y profundidad aromática.
El secreto de Xi Jiu no reside solo en su tiempo de producción, sino en una materia prima excepcional. Se elabora exclusivamente con sorgo glutinoso rojo «Hong Yingzi», un grano cultivado en la región del río Chishui, donde el clima y la tierra otorgan un equilibrio perfecto entre almidón y estructura. A esto se suman el trigo y el agua pura de Guizhou, sin aditivos ni intervención química. La esencia de Xi Jiu es pura alquimia natural: microorganismos, fermentación y un proceso meticuloso que sigue un patrón numérico preciso.
EL PROCESO 1-2-9-8-7: UNA ESTRUCTURA DISEÑADA PARA LA PERFECCIÓN
Xi Jiu no se produce, se construye. Su elaboración sigue una secuencia rigurosa de fermentaciones, destilaciones y extracciones que no deja nada al azar.
• 1 año de destilación: el proceso comienza en septiembre y sigue el ritmo natural de las estaciones hasta el mismo mes del año siguiente. Este ciclo de fermentación prolongado permite un desarrollo único de los microorganismos responsables de sus matices aromáticos.
• 2 etapas de adición de grano: primero se añade la mitad del sorgo para activar la fermentación y, un mes después, la segunda mitad, asegurando un equilibrio perfecto en la estructura del licor.
• 9 destilaciones: cada una contribuye a liberar azúcares, esterilizar y evitar contaminaciones que puedan alterar el carácter del licor.
• 8 fermentaciones: entre cada destilación, el licor se deja reposar un mes en montones cuidadosamente apilados, permitiendo la formación de alcohol y ésteres que definirán su aroma.
• 7 extracciones de licor: cada fase de destilación produce un licor diferente, que se almacena por separado para ser ensamblado posteriormente por el maestro destilador.
No se trata de un proceso mecánico, sino de un ejercicio de precisión artesanal en el que cada lote es evaluado y guiado para alcanzar el equilibrio exacto que define a Xi Jiu.
EL AÑEJAMIENTO: EL BARRO COMO GUARDIÁN DEL SABOR
Si la destilación marca la esencia de Xi Jiu, el envejecimiento es donde su identidad cobra forma. En lugar de barricas de roble, el licor base reposa durante más de tres años en jarras de barro, un método que permite que las impurezas volátiles se disipen lentamente mientras se preserva la estructura original del destilado. Este contacto con la cerámica contribuye a su suavidad y profundidad, favoreciendo una integración única de los compuestos aromáticos.
El toque final lo da el maestro destilador, quien combina licores de distintos ciclos, edades y perfiles para ensamblar un producto que mantenga la identidad de Xi Jiu en cada botella. Aquí no hay fórmulas estáticas, sino una interpretación magistral que convierte cada lote en una obra de equilibrio sensorial.
LOS TRES ASPECTOS QUE DEFINEN LA GRANDEZA DE XI JIU:
• El lujo del tiempo: con una destilación de un año y un envejecimiento de al menos tres, cada gota representa un proceso que requiere un mínimo de cuatro años antes de llegar al consumidor.
• Una complejidad sin concesiones: la sucesión de fermentaciones y extracciones da lugar a una estructura aromática multidimensional, donde las notas de pasta de soja, tostados, flores y frutas se entrelazan con una precisión inigualable.
• Una producción exigente: la baja tasa de extracción (200 gramos de licor por cada kilogramo de grano) es el precio que se paga por una textura densa, un equilibrio absoluto y un carácter que no se parece a ningún otro destilado en el mundo.
Xi Jiu no es una bebida para quienes buscan lo predecible. Es una expresión del tiempo, la tierra y el ingenio humano llevados al límite. En cada sorbo hay historia, pero, sobre todo, una experiencia que trasciende cualquier expectativa.
CUATRO EXPRESIONES, UNA MISMA ESENCIA: LA DIVERSIDAD DENTRO DE LA EXCELENCIA
Xi Jiu no es solo un destilado, sino un universo de matices en el que cada variedad representa un equilibrio distinto de edad, profundidad y carácter. Desde los aguardientes más longevos hasta combinaciones pensadas para el deleite en banquetes, cada botella es una declaración de intenciones. Pero, aunque los perfiles varíen, hay algo inalterable: la pureza de su composición, la ausencia total de aditivos y la precisión artesanal con la que cada lote es ensamblado.
No es casualidad que Xi Jiu se haya convertido en un fenómeno dentro del mercado chino, con ventas que superan los 2600 millones de euros al año. Su maestría en la mezcla de licores de diferentes edades permite crear experiencias que van más allá de lo sensorial. Estas son sus cuatro expresiones más representativas.
JUNPIN XI JIU: LA JOYA DE LA CASA
Para quienes buscan la cima de Xi Jiu, esta es la respuesta. Junpin Xi Jiu no es solo un destilado de gama alta, sino una obra maestra de ensamblaje. Su base se construye con aguardientes de más de 8 años, combinados con destilados de más de 15 y 30 años. Este equilibrio entre madurez y estructura otorga una complejidad fuera de lo común, donde las notas de pasta de soja fermentada se entrelazan con matices tostados, especiados y florales. Su exclusividad no pasa desapercibida. Con unas ventas anuales en China que rondan los 975 millones de euros y un precio de 179€ por botella, Junpin Xi Jiu se posiciona como un símbolo de prestigio, reservado para quienes entienden que el lujo auténtico no se ostenta, sino que se degusta.
JIAO CANG 1988: LA EXPRESIÓN MÁS CODICIADA
El equilibrio entre historia y modernidad tiene nombre propio dentro de Xi Jiu Jiao Cang 1988 es el emblema de la marca y su producto más vendido, con una facturación anual superior a los 1.320 millones de euros. Su composición combina aguardiente de más de 5, 10 y 30 años, lo que le confiere una estructura compleja pero accesible, perfecta para aquellos que buscan un destilado que sorprenda en cada sorbo sin perder elegancia. En nariz, las notas umami se combinan con toques de frutos secos y flores marchitas, mientras que en boca despliega una textura densa y una persistencia extraordinaria. Su precio de 119€ lo convierte en un referente dentro de la gama alta, una opción ineludible para quienes buscan calidad sin concesiones.
XI JIU XIYAN: LA ESENCIA DE LA HOSPITALIDAD CHINA
En la tradición china, el color rojo es sinónimo de alegría, suerte y prosperidad. No es casualidad que Xi Jiu Xiyan adopte este simbolismo, convirtiéndose en la opción predilecta para banquetes, celebraciones y encuentros donde la hospitalidad cobra protagonismo. Elaborado con aguardientes de más de 5, 10 y 20 años, su perfil es más accesible sin perder profundidad. Su entrada en boca es amable, con un equilibrio perfecto entre dulzura y notas tostadas. Se perciben toques de fruta madura y un sutil recuerdo floral, que refuerzan su versatilidad en maridajes. Con un precio de 79€, Xi Jiu Xiyan no es solo un licor para ocasiones especiales, sino un reflejo de la cultura y la tradición china en su máxima expresión.
JINZUAN XI JIU: SOFISTICACIÓN EN ESTADO PURO
La elegancia puede adoptar muchas formas, y en Jinzuan Xi Jiu se traduce en una botella de corte de diamante en tonos dorados. Más que un destilado, es una declaración de estilo, pensada para un consumidor moderno que valora la exclusividad sin necesidad de excesos. Su composición, con aguardientes de más de 3, 10 y 20 años, le otorga un perfil refinado con carácter. En boca es redondo, con un equilibrio perfecto entre notas de cereal fermentado, frutos secos y un sutil toque especiado. Su precio de 59€ lo posiciona como una de las opciones más accesibles dentro de la gama Xi Jiu, sin renunciar a la calidad ni al prestigio de la marca.
EL RITUAL DEL XI JIU: UNA FORMA DE CONSUMO CON HISTORIA
En la cultura china, consumir Xi Jiu no es solo un acto individual, sino una ceremonia que refuerza los lazos entre quienes comparten mesa. Como el Champagne o el Cava en nuestras celebraciones, este destilado es el alma de reuniones donde el sentido de comunidad cobra protagonismo.
El ritual es preciso y elegante. Se trasvasa a pequeñas jarras de cerámica o cristal, que a su vez llenan copas diminutas, del tamaño de un dedal. No se bebe de manera apresurada, sino en armonía con los demás comensales, intercalando sorbos con agua o infusiones. En cada brindis resuena una expresión que define el espíritu de este destilado: “Gan Bei”, un gesto de unión y respeto en cuyo acto, y siguiendo al protocolo, la copa del anfitrión debe quedar siempre más alta que la del resto de los comensales.
UN MARIDAJE QUE ROMPE FRONTERAS
Si en China Xi Jiu es el compañero natural de banquetes, en Occidente su versatilidad gastronómica lo convierte en un aliado inesperado de productos y técnicas que nada tienen que ver con la cocina asiática.
Su complejidad aromática, con notas umami, toques tostados y un final persistente, le permite adaptarse a sabores potentes y platos de alto contenido graso, como por ejemplo, el salmón ahumado, contrastando sus notas dulces con el ahumado del pescado; el jamón ibérico, que encuentra en Xi Jiu un complemento que realza su persistencia y profundidad; el hígado de pato a la plancha, cuya densidad del licor se funde con la untuosidad del foie; las carnes como filete de res, cordero asado o lechón, donde su estructura acompaña el sabor de las proteínas sin imponerse; el pulpo a la parrilla o la langosta thermidor, platos que resaltan la riqueza mineral y salina del destilado; y por supuesto, los quesos curados, con los que sus matices tostados y umami crean una armonía sorprendente e inesperada.
Más allá de estas sugerencias, Xi Jiu abre un abanico de posibilidades que invitan a la exploración. No sigue reglas fijas, sino que se adapta a la creatividad de quienes buscan nuevas experiencias gastronómicas.
LA MIXOLOGÍA: EL PUENTE ENTRE DOS MUNDOS
En China, Xi Jiu se respeta en su forma más pura: sin mezclas, sin hielo, sin alteraciones. Sin embargo, en Occidente, donde la coctelería ha transformado la manera en que se disfrutan los destilados, este espirituoso ofrece un territorio inexplorado para la mixología.
Su estructura robusta y su carácter umami lo convierten en una base excepcional para cócteles que buscan sofisticación y profundidad. Combinado con vermuts, cítricos o ingredientes ahumados, Xi Jiu puede dar lugar a creaciones que desafían las expectativas y conquistan nuevos públicos.
Lejos de perder su esencia, esta reinterpretación del Xi Jiu lo acerca a un consumidor que tal vez nunca lo habría probado en su formato tradicional. No se trata de cambiar su historia, sino de escribir un nuevo capítulo donde Oriente y Occidente se encuentran en una misma copa.
Xi Jiu es tradición, pero también evolución. Es un destilado que se respeta en su forma más pura, pero que no teme adaptarse a los tiempos. En la mesa o en la barra, en un brindis chino o en un cóctel de autor, su grandeza sigue intacta, lista para ser descubierta.